¿Por qué es importante realizar analíticas de sangre?

Aunque no estemos diagnosticados de ninguna enfermedad, realizar analíticas de sangre periódicamente nos ayuda a conocer mejor nuestro estado de salud. Se recomienda hacer analíticas, al menos, una vez al año. Pero, ¿qué importancia tiene realizarlas y qué tipos de analíticas existen?

Las analíticas consisten en una extracción de una sustancia, en este caso de sangre, para su posterior estudio en laboratorio. Esta prueba nos dará información sobre las sustancias y cantidades de las mismas, tiene nuestra sangre, con el fin de valorar si están correctas, sobrepasadas, o carecemos de alguna. En ocasiones se utilizan para encontrar una enfermedad o sustancias patógenas, marcadores tumorales, anticuerpos o simplemente para ver si un tratamiento está siguiendo el camino correcto. También son usados en pacientes que ya padecen una enfermedad, para ir controlando y evaluando su progreso, tanto si ha experimentado alguna mejoría o si por el contrario ha empeorado.

Existen tres escenarios fundamentales en los que es importante realizar un análisis de sangre:

  • Para llegar a un diagnóstico.
  • Para controlar controlar y realizar el seguimiento de la evolución en la enfermedad de un paciente.
  • Para detectar de forma preventiva factores de riesgo para prevenir enfermedades.

Los datos que se extraen de los análisis de sangre son conocidos como hemograma. Se define como el estudio completo de la sangre con el fin de valorar los tipos de células sanguíneas. También se estudia la rutina bioquímica, es decir, la concentración de las sustancias químicas disueltas en el plasma sanguíneo y analiza glóbulos rojos y blancos, plaquetas, glucemia, urea y creatina, transaminasas, fosfatasas alcalinas y bilirrubina, colesterol y triglicéridos.

La biometría hemática nos proporciona información acerca de las patologías que podamos padecer (infección bacteriana, leucemia…), también podemos tener información sobre el panel tiroideo, metabólico integral, biométrico (valoran el estado de los huesos y diferentes órganos), ácido úrico, hierro, vitaminas, panel lipídico o el antígeno prostático específico total (mide una enzima que producen la próstata, normalmente se le pide a hombres mayores de 50 años, excepto si tienen antecedentes de cáncer de próstata o sean de riesgo).

Antes de realizar la extracción, se recomiendan una serie de pautas:

  • Permanecer en ayunas 12 horas antes de la toma de muestra, no ingerir alimentos ni bebidas por riesgo a alterar el colesterol o el azúcar, por ejemplo.
  • Evitar fumar antes y después, porque puede interferir en la glucosa e incrementar la concentración de ácidos grasos, por ejemplo.
  • Retrasar la toma de medicamentos hasta después de la prueba.

Una vez que tengamos los resultados de cualquier análisis en nuestro poder deberemos de llevárselos a nuestro médico correspondiente, para que los evalúe, ya que es el experto.

Esta evaluación de los resultados de dichos análisis se puede o no hacer en conjunto con exámenes médicos (orina), además el médico abordará los resultados en función del motivo de ese análisis. Lo que hagamos a continuación ya depende de nuestro médico, que puede decidir o no incluso que tengamos que repetirnos ese mismo análisis o algún otro.

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