Empieza el buen tiempo y, proteger tu piel del sol va mucho más allá del uso de protector solar, aunque este paso se debería hacer durante todo el año, y no solo en época de calor intensa.
Cada día en TodoSaúde acuden a consulta pacientes con problemas de piel por seguir rutinas de limpieza facial demasiado agresivas. No se deberían usar mil productos ni una rutina de limpieza demasiado larga, pero sí es conveniente conocer todas las opciones de las que puedes echar mano y adaptarlas a ti. Entre los pasos más importantes cabe destacar la nutrición y la protección solar, ya que serán imprescindibles para gozar de una buena salud de la piel y un tono bonito y uniforme.
En nuestra clínica, la especialista en enfermedades de la piel, la Dra. Omaira Tuirán, podrá ayudarte con tu preparación facial según tu tipo de piel.
Prevención y cuidado de la piel para el verano
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, nos protege contra el calor o contra lesiones e infecciones. Cuando esta barrera natural se deteriora, también afecta a sus funciones. La piel pierde su elasticidad e hidratación, haciéndose más vulnerable a las amenazas externas como infecciones por microorganismos o por los rayos ultravioleta.
Hay zonas de nuestro cuerpo que son más sensibles al sol, ya sea por estar más expuestos o porque son más sensibles: escote, empeines, nariz, hombros… Por eso es importante tenerlas muy en cuenta a la hora de prepararnos para la exposición solar.
Alimentación e hidratación.
Como decíamos, la alimentación e hidratación son hábitos imprescindibles para optar a tener una piel saludable. Las propiedades y nutrientes de alimentos que más nos protegerán son la Vitamina C, E, los polifenoles, los minerales, ácidos grasos omega 3, licopenos y los betacarotenos.
Por ello, se recomienda comer alimentos como frutas y verduras anaranjadas, como zanahoria, calabaza, tomate y albaricoque; verduras verdes como espinaca, brócoli, pimiento o calabacín, melones o espárragos.
En cuanto a la hidratación, deberíamos beber entre litro y medio y dos al día de agua de forma regular, pero sobre todo en horas de intenso calor o si se practica ejercicio. La hidratación es vida para la piel, y de los múltiples cuidados de la piel, esta es la más básica y necesaria después de la higiene. Por ello debemos prestar mucha atención a la hidratación interna y externa.
Protección
Nacemos con un capital de defensa limitado para absorber la luz del sol. Por eso, las recomendaciones son disfrutar del verano con responsabilidad, estando a la sombra generosa de árboles y bajo terrazas. Y, si caminamos al sol, debería ser en horas en que la luz solar entra de forma oblicua a la tierra: al amanecer y al atardecer; siempre habiendo protegido previamente nuestra piel con protectores solares.